Las estrategias para posicionar tu restaurante deben fijarse desde los propios títulos de los anuncios y publicaciones, pues ellos deben condensar el mensaje de marketing que hayas diseñado. Las palabras genéricas, suenan vacías y carentes de originalidad. ¡Eso no enganchará a tu prospecto! Te dejo algunas ideas que te ayudarán a afinar tu mensaje principal.
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De seguro alguna vez has leído aquello de “Cocina internacional”. Yo lo he visto cientos de veces, y deduzco que lleva consigo la intención de parecer muy sofisticado y de amplia carta, sin atreverse a mostrar una especialización.
Por ejemplo, si nuestro restaurante está ubicado en Colombia, y preparan platillos típicos de una región unos pasos más allá de la frontera con Ecuador o Venezuela, seremos sinceros si decimos que somos internacionales. Pero, ¿logramos con ello posicionar? ¿Estamos creando alguna imagen específica en la mente de nuestro prospecto?
“Comida Internacional” puede ser de cualquier lugar del mundo, y es imposible responder de forma responsable a tal promesa. Es un término demasiado amplio como para incluirlo en un mensaje de marketing. Abarca demasiado, y por tanto, carece de posicionamiento.
Guardamos cierto temor de lucir demasiado limitados, pero la verdad es que ser específicos nos aporta más autoridad.
Piensa: cuál de estas frases le parece más creíble y ofrece más enfoque (estas frases son de casos reales)
- “Las mejores carnes internacionales”
- “Los mariscos y pescados de nuestra propia playa, a las brasas”
Analicemos...
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En el primer caso, ¿Qué quieren decir con “carnes internacionales”?. ¿Que proviene de animales con pasaportes extranjeros? ¿qué las hace las mejores? ¿De dónde son? O se trata de la carne obtenida del único distribuidor local, pero preparada según recetas extranjeras. En el último caso, sería muy atrevido ofrecer una parrillada Argentina, y no ser capaces de responder a tal expectativa si las carnes que nos ofrece nuestro proveedor no cumple con el parámetro de referencia.
Volviendo a la “internacionalidad”: ¿Quién la certifica? ¿La cédula de identidad del chef… o del dueño del negocio? ¿O su acreditación gastronómica obtenida en alguna escuela de Europa? ¿O el pasaporte del ganado?
Aunque pueda sonar muy chic y sugerir prestigio, en la realidad no es más que una amplia promesa sin sustento, que de alguna manera subestima la capacidad degustadora de nuestros comensales.
No se trata de qué sus cocineros no sean capaces de preparar una deliciosa comida con recetas de otros países, sino de que cuentes con una oferta lo suficientemente diferenciada como para lograr llamar la atención de su público, por aquello que solo tú ofreces.
Recuerda que “comer” es un paso intermedio del recorrido del cliente, el punto es precisamente hacer que entren. Primero tiene que tentarlos, engancharlos, atraerlos, hacerlos entrar en tu territorio, y una vez que estén allí, podrá lucirse con los sabores, servicios y experiencias, que dicho sea de paso, deben superar las expectativas.
No se trata solo de saborear lo que come, sino de escuchar, oler, mirar, sentir, experimentar, recordar.
-2-
El leer “Los mariscos y pescados de nuestra propia playa a las brasas ”, me hace pensar en un pescador de la zona saliendo con su red antes del amanecer para pescar y recolectar los mariscos del día. Me sugiere frescura, el sabor a mar aún adherido.
Por otro lado, imagino a una señora que recibe la fresca encomienda para prepararla y colocarla en el fogón con unas recetas heredadas de su familia, y que se han hecho famosas en la localidad, por lo que atrae a muchos turistas y clientes locales.
Tal vez se trate de mariscos congelados, y aunque no me estén diciendo lo contrario, no es lo que imagino. El título ofrece una promesa, y quiero verificar que sea cumplida.
Quizás estés pensando que el título no te trajo ninguna de las imágenes que te mencioné. La verdad es que soy muy imaginativa, y ciertas frases me pueden resultar muy sugerentes, pero aun así, puedo apostar que la frase “carnes internacionales” no te trajeron ninguna asociación especial.
Nadie tiene la misma línea de pensamientos, y una misma frase dicha a mil personas puede generar cinco mil interpretaciones. Pero es preciso dirigir el mensaje de manera más estratégica para que este genere ideas más acordes con lo que nosotros deseamos. Buscar frases que sugieran más, que emocionen o creen algún tipo de conexión especial.
LA DIFERENCIACIÓN en tu mensaje de marketing
¡Relájate! Tu público no espera que seas un “todo lo sé hacer”, sino que seas realmente especialista en algo, y de seguro sabes cuál es ese segmento en el que te desenvuelves súper bien.
¿Será la comida Italiana que aprendiste de tu madre en casa? O la comida Libanesa que te enseñó el dueño del restaurante en donde trabajaste un año? O simplemente son los panes artesanales que vienen rodando por generaciones en tu familia, y para los cuales te has inventado unos rellenos alucinantes, de manera que te has hecho popular entre tus amigos, y todos quieren ir a comer de tus fabulosos sánduches.
Estoy segura de que tienes algo que te define de gran manera, con lo cual te sientes más identificado y seguro. ¡Podrías hacerte popular con ello? ¡¡¡SI!!! Pero debes manejar las estrategias adecuadas.
Demuestra que eres distinto, y tu público sentirá más curiosidad por probar lo que tienes para ofrecerle.
Pero recuerda, tu diferenciación debes diseñarla, comunicarla y validarla en cada una de las etapas del Mapa del Recorrido del Cliente. Es decir, desde el primer contacto que tu público objetivo tenga con tu negocio, hasta después que él abandona tu local o hace la compra.
La experiencia de que tu cliente pruebe tus delicias, es apenas un punto intermedio. Hay un gran “antes” y un “después” en el que debes también enfocarte.
Por otro lado, la estructura de tu negocio debe estar bien fundamentada para que pueda sostener tu mensaje de marketing SIEMPRE.
Para fijar el posicionamiento en la mente de tu cliente
- No descuides los detalles, porque de ellos se construye tu diferencial. Los detalles, buenos o malos, hablan de ti A GRITOS
- No des por hecho que tu equipo de trabajo sabe que decir y cómo actuar cada vez que hace contacto con tu público. Desde que contestan el teléfono o reciben un mensaje para una reserva, hasta que los despiden en la puerta de tu local, deben decir lo correcto. Y para que lo hagan de manera sincera, debes contar con gente comprometida con tu causa.
- No des espacio para las improvisaciones. Todo debe responder a procesos y guiones bien establecidos por ti. Por muy buenas que sean las intenciones de tu gente, sólo tú conoces a fondo tu filosofía de negocio.
- ¡Y claro que habrá que improvisar! Pero con un personal entrenado, la respuesta se acercará más a los estándares que hayas establecido en tu marca.
- Verifica que tu público está percibiendo tu diferencial. ¡Pregúntales! Y si notas que tu mensaje no está llegando claramente a través de tus productos y servicios, ajusta, realiza cambios… y sigue validando.
Hasta la próxima.
Nos veremos de nuevo por aquí.
Leticia
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